Un cambio de vivienda a menudo implica un cambio de ciclo. Por lo tanto, tenemos que hacerlo con una persona que cumpla una serie de requisitos. Qué buscan los clientes de un agente inmobiliario?
Un agente que los transmita confianza
Los clientes buscan un profesional que los transmita la confianza necesaria. Es un aspecto que parece muy fácil. Sin embargo, para conseguirlo se necesita tiempo. Tiempo en el cual observará cómo es nuestra manera de trabajar, como nos comportamos ante diferentes situaciones y qué son los valores que transmitimos.
Claridad
No tenemos que andarnos por las ramas. Hoy en día se espera que los profesionales inmobiliarios seamos directos y no damos rodeos. De hecho, muchas personas ajenas al sector tienen una imagen negativa, y por supuesto en la mayoría de los casos errónea, que los que nos dedicamos al mercado de la vivienda somos gente que oculta información y a los cuales solo nos interesa el dinero. Por eso es necesario que nuestro cliente identifique desde el inicio que nuestra intención es ayudarlo durante toda la operación inmobiliaria, aunque haya momentos en los cuales tengamos que comentar que el precio es alto, que la vivienda que buscan no existe o que en estos momentos no lo podemos ayudar.
Honestidad
La confianza se puede romper en cualquier momento. Es mejor decirle a un vendedor que nos hemos equivocado en la hora de posicionar el precio, que tratar de continuar con la gestión de la venta de su vivienda sin obtener ninguna visita ni resultado positivo. De la misma forma, aunque en el corto plazo parece que es adecuado aceptar todas las condiciones del cliente sin estar de acuerdo con él, esto nos llevará a posibles conflictos en negociaciones futuras.
Seguridad
Siempre tenemos que aportar a un cliente seguridad y para lo cual es fundamental estar seguro de un mismo, tanto del que basura como del que decimos. En caso contrario, no seremos capaces de transmitirla adecuadamente y, por lo tanto, el cliente no la percibirá.
La seguridad se tiene que observar en el tono que utilizamos, en los gestos y, por supuesto, en la mirada. Pero también en nuestros argumentos y en la documentación , en la cual nos apoyamos y que nos posiciona como expertos.
Aportar la máxima información
Estamos en la era de la información y con un simple clic podemos encontrar aquello que más nos interese.
Tenemos que ser capaces de conocer, al menos, que ha ocurrido en nuestra zona y ayudar el cliente a conocer cómo ha evolucionado y que se espera que ocurra con los precios de las viviendas sobre las cuales se ha interesado.
Pero también los clientes quieren conocer todos los detalles de las viviendas y, además de un buen reportaje fotográfico y una descripción de calidad, todavía vuelan más: tours virtuales, planos o planes 3D del inmueble y, incluso, saber exactamente cómo es y como será la zona donde se encuentran.
Comunicación ágil y eficiente
Si antes hablábamos que estamos en la era de la información, todos estaremos de acuerdo que también estamos en la era de la inmediatez. Y es que ambos conceptos van muy unidos. Nos hemos vuelto más impacientes y volamos todo para ya.
Cada vez son más utilizados los formularios para un primer contacto y Whatsapp o videollamadas a través de diferentes aplicaciones para comunicaciones que requieren mayor detalle.
De aquí viene que surjan nuevas fórmulas que permitan comunicarnos entre clientes y profesionales inmobiliarios, como la Visita Exprés, una revolución en la hora de enseñar viviendas, que ahorra tiempos y evita desplazamientos al combinar el tour virtual y la videollamada.
Asesoramiento 360°: clave para una experiencia de cliente perfecta
Muchos de los que quieren comprar o vender están participando por primera vez en el mercado de la vivienda. Por lo tanto, aunque se pueden hacer una idea de cómo será el proceso, todavía hay cosas que desconocen. El asesoramiento, ya sea legal, fiscal o financiero, que un agente inmobiliario proporciona a un cliente es también muy valorado, sobre todo en los momentos en los cuales surge alguna circunstancia incómoda o que el cliente no esperaba.