Es habitual que al querer vender una vivienda, el propietario lo quiera hacer por su cuenta, sin contar con la ayuda de una agencia inmobiliaria para evitar sus honorarios profesionales.
No obstante, una agencia inmobiliaria no solo realiza la intermediación y cobra la comisión para enseñar la vivienda a potenciales compradores. Los profesionales inmobiliarios aportan valor añadido y las siguientes ventajas:
- Conocimiento del valor de mercado: Los agentes inmobiliarios conocen profundamente el mercado inmobiliario, por lo tanto, pueden tener una visión más extensa que los propietarios.
- Conocimientos y especialización profesional: Los agentes inmobiliarios cuentan con experiencia para cerrar acuerdos, para negociar y además, cuentan con conocimientos del mercado financiero e inmobiliario. Para escoger a un comprador es necesario conocer su solvencia económica para evitar problemas para poder pagar la vivienda.
- Capacidad de decidir entre diferentes posibles compradores: Cuando se trata de diferentes compradores conocidos por el vendedor, que este tenga que escoger entre uno u otro puede resultar violento y complicado. Es mucho mes sencillo si un tercero ajeno a ellos toma la decisión.
La venta de una vivienda acostumbra a ser un proceso estresante y complicado, pero el hecho de contar con alguien profesional en el sector que te acompañe y te asesore durante todo el proceso, aporta una tranquilidad y una seguridad que no tiene precio.
